Los seguros de hogar cuentan con diferentes modalidades entre las que pueden elegir quienes buscan una póliza, dependiendo de la propiedad y las condiciones de las viviendas en las que habitan y los bienes que quieren asegurar. Las modalidades se conocen como continente, contenido y el servicio integral.
El seguro de continente es el que se encarga de cubrir las incidencias producidas al edificio en sí, como pueden ser los daños producidos debido a unas precipitaciones excesivas, la rotura de una tubería o el desplome de un techo.
El contenido, como su propio nombre indica, asegura los daños producidos a los artículos que se encuentran en el interior de la vivienda asegurada. Este es el producto que se suele recomendar cuando la vivienda es de alquiler y los inquilinos quieren proteger sus propiedades dejando que el propietario del inmueble se haga cargo del edificio.
Los seguros de hogar que se comercializan como servicio integral suelen ser los más habituales entre los propietarios de las viviendas en las que habitan, y se trata de una fórmula mixta en la que se combinan las dos modalidades anteriores, es decir, incluyen tanto el continente como el contenido para cubrir cualquiera de los problemas que puedan ocurrir y que se encuentren dentro de las coberturas que se hayan contratado en la póliza.