Cuidando nuestro hogar

CortinaMIRFA

El mundo de las cortinas, en el campo de la decoración, ofrece muchas posibilidades ya que una elección correcta por nuestra parte, puede llegar a llenar la habitación más desastrosa de nuestra vivienda, de un aire nuevo, que la llegue a convertirla en la preferida de la familia

Pero lo cierto es que para ello se debe hacer una correcta elección y, aunque El cómo y dónde colgar una cortina es una elección muy personal, si lo que se quiere es conseguir es dicho efecto, esta pequeña guía puede ser de mucha utilidad.

Las salas de estar suelen aceptar cortinajes amplios, salvo en los diseños minimalistas, que lleguen desde el techo hasta el suelo e, incluso, que arrastren por él unos centímetros, con lo que daremos sensación de amplitud.

Además, una buena opción, si la decoración general lo permite y no se pierde la armonía de la sala, podríamos usar texturas y colores diferentes a los habituales, lo que dará una gran frescura y jovialidad a la estancia, especialmente si esta suele estar muy iluminada.

En los dormitorios con ventanas pequeñas se puede usar cortinas de lino o algodón o, incluso si se puede, una combinación de diferentes cortinas y materiales que darán, si es lo que se pretende, un toque de originalidad a la vez que rústico a nuestro dormitorio.

Para los dormitorios infantiles, una buena elección es el uso de cortinas de algodón, que resistirán mejor el día a las que serán sometidas. Así mismo, se podría prescindir de las sujeciones habituales de la cortina, para amarrarla o enrollarla en la barra de sujeción, siempre procurando que el nudo corra de manera libre y no entorpezca si se quiere descorrer la cortina.

Para el baño, deberemos tener especial atención en que las cortinas elegidas para la ventana y la bañera combinen y se complemente a la perfección. Deberán, a su vez, de ser de la misma dimensión que la ventana, siendo ideales a tal fin, aquellas de estilo románico.

Si la ventana está junto a la ventana, se deberían cubrir con un plástico transparente, preferentemente autoadhesivo, que eviten que el tejido absorba humedad y desencadenen ciertos problemas como los hongos.

En cuanto a cortinas, la habitación con más amplitud de posibilidades es, sin duda alguna, la cocina. Estas admiten casi cualquier cosa, desde el visillo tradicional con encajes, ideales si nuestra casa es de corte rustico, hasta los vanguardistas estor o las romanas para aquellas viviendas más actuales.

Se deberá tener precaución en la elección del tejido ya que una mala elección puede hacer que las cortinas tomen olor o sean difíciles de lavar. Por ello, se suele recomendar el uso de cortinas de loneta o algodón que cumple a la perfección estas dos premisas. Por su parte, los visillos mejores para la cocina son aquellos de tul, rayón u organdí.

Siguiendo estas pautas sencillas pautas, podemos crear una vivienda confortable donde, siempre que se haya combinado de forma equilibrada, podremos disfrutar del mejor ambiente sin necesidad de salir a la calle.