Quizá nos sintamos seguros cuando ocurre algo en nuestro hogar y estamos asegurados, que hay que estarlo, no podemos dejar las cosas al azar que luego nos vienen más problemas de los que nos gustaría, pero tenemos que reconocer que sin darnos cuenta cuando firmamos pólizas de seguros de hogar estamos firmando cláusulas que pueden hacer que a la hora de necesitar del seguro encima no nos cubra.
Por ejemplo, si un día llegamos a casa y resulta que nos hemos dejado un grifo abierto, lo primero que hacemos es cerrarlo, mirar si ha habido daños y dar parte al seguro, que para eso lo hemos contratado.
El seguro nos va a pedir que hagamos una lista de los daños y cuál es su valor aproximado, hasta ahora todo normal diríamos cualquiera de nosotros, pero ahora llega cuando tienes que explicar como se ha producido el daño, es decir, tienes que explicar que se te olvidó cerrar el grifo y por eso han ocurrido los daños en la casa, y ahí te han pillado, porque si es por un descuido tuyo la aseguradora no se va a hacer cargo.
Algunos piensan que eso es lo lógico, al fin y al cabo es culpa tuya, pero no lo has hecho aposta, ha sido un descuido, no lo haces todos los días. Eso sí, luego alguien da un aviso falso y encima consiguen que les cubran los daños.